Fue inocente pensar que eso del agua funcionaria. Culpo a la filosofia, a los aforismos. Leí uno que decía que para frenar al agua se necesitaba una fuerza contraría del mismo tamaño, pero que para desviarla sólo se necesitaba la mas mínima. Así que pense que eso se podría aplicar a su pasión, a su forma desmedida de amar. Que podría desviar su atención hasta que esa fuerza llegara a mi, solamente a mi. No sabía lo que esa fuerza podía hacerme a mi. Se sentía bien, me hizó sentir de una manera que jamás imagine, me sentí vivo, sentí ganas de vivir, de cambiar, sentí que volvía a nacer, que dios estaba dandome otra oportunidad.
Luego cuando ella fue enloqueciendo y me di cuenta de que jamás regresaría a la normalidad la vida me partió el alma, el corazón, perdí todo deseo de vivir, de hacer las cosas, de cuidarme. Caí al más profundo de los abismos, dentro de mi, de mis pensamientos, de la culpa, del arrepentimiento. Intente recuperarla, hacer todo lo posible porque se mejorara y volviera y fuera normal. Pero era imposible, simplemente estaba loca, esa locura de la que me enamoré había perdido toda relación con la realidad pero aun seguía siendo igual de hermosa. Una belleza tan violenta y aguerrida que asustaba hasta a los más valientes. Estar con ella era algo hermoso pero insoportable. Había que morir para poder descansar y pense que talvez eso podría pasar, y que talvez en alguna otra vida seria todo normal.
la ultima vez que la vi juró que estaba bien, que todo había vuelto a la normalidad. me rogó que la llevara conmigo, que la volviera a raptar. Yo estaba asustado, ya no quería saber nada más, sabía que le haría daño estar conmigo, era un peligro para ella. Pero no me podía resistir, nunca pude. Así que le hice caso y así ese día comenzó el principio del final.
Fue una noche tan triste que cada que la recuerdo me dan ganas de llorar. Fue una despedida larga y decadente. Los dos sabíamos que era el final, pero actuamos como si la fueramos a pasar bien. A ella le importaba poco y a mi en ese momento estaba feliz de que se acabara. Pero haberlo vivido es de las cosas más tristes que me han pasado. Me contó todo, todo lo que no podía saber cuando estuvimos alejados. Y luego al final de la noche su mente se fue y se quedo ahi ida como una loca abrazandome. Diciendome que no me dejaría, que no dejaría que nada me pasara, que no me haría daño. Me sentí como si estuviera siendo abrazado por el mismisimo diablo y me asuste! Me empezó a dar una paranoia horrible! Toda la oscuridad en esa habitación aun me persigue. Le rezo a dios que nunca me abandone y que me cuide del demonio, porque esa noche lo vi, estuvo acostado junto a mi pero me perdono, me dejo libre. No se porque, ni si quiera quiero preguntarmelo, sólo espero que cumpla su promesa y que jamás vuelva a buscarme.
Algunas veces siento nostalgia, hasta he tratado de llamarla a su celular. Pero lo bueno es que todas las veces ha estado apagado, me supongo que se lo habran cambiado o quitado. No he vuelto a saber nada de ella desde ese día y espero no volver a hacerlo. Sólo espero que este bien y que pueda ser feliz. Espero que yo algún día me vuelva a sentir como lo hice al principio, y que sea algo bueno. Estoy harto de este sufrimiento patetico sin causas aparentes. Estoy saliendo del propio hoyo donde me meti, ahora me controlo más que cuando estaba con ella, con ella no tenía control alguno. Espero poder ser feliz algun dia, no tener que morir con estas cadenas que me tienen prisionero a una vida que no pedi, en un tiempo que odio.
Así que nuestro camino debe seguir y estoy esperando lo que me presente el destino.
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