Me desperte aquel dia en un Motel de Estados Unidos, tipico motel tejano. Estabamos en el segundo piso y cuando me levante vi que todavia era de noche. No se a que hora me habia dormido, solo se que era de día cuando me fui a dormir. Habiamos estado despiertos toda la noche tomando hasta que amaneció, y después nos quedamos la mitad del dia despiertos tomando en una condicion a la que no se le puede llamar conscientes. De alguna manera debimos de haber caído muertos sin darnos cuenta porque no recuerdo nada. Mi ultima memoria es estar pateando la puerta del baño donde Walter se habia encerrado porque ya no queria seguir tomando con nosotros. Mi hermano y yo le gritabamos que saliera que no fuera joto, pero no hizo caso, se quedo dormido en la tina del baño.
Eran al rededor de las 11 de la noche cuando desperte y tuve la sensación de que algo se movia por mis pies, como un animal. Me desperte y abrí la cortina, las luces prendidas de los letreros y los edificios de Estados Unidos me agradaban, me agraban mucho más que las luces de México, aunque no me agradaba la sensación de inseguridad que sentía cada que ibamos a Estados Unidos. No es lo mismo que en México que sabes que cualquier problema que surja con la ley se puede resolver. Me di la vuelta a ver si mi carnal había despertado pero aun estaba dormido en la otra cama echo bola en posición casi fetal enredado completamente en la colcha y la sabana, su posición parecía muy incomoda. Tenía un chingo de ganas de ir al baño, pero Walter seguía encerrado y por más que le toque no abrió. Tuve que mear en el lavabo, a mi no me daba asco y como mi hermano y Walter no vieron tampoco les daría asco algo de lo que no se iban a enterar. Cuando voltie hacia la recamara la vi pasar por entre las dos camas: una pequeña rata blanca! Recorde la sensación que sentí entre los pies y me di cuenta de que eso era. ¡Hay ratas en este pinche hotel! pensé. Me acerque algo temeroso porque estaba descalzo. Me agache lentamente para fijarme debajo de la cama, pero el edredon estaba tirado y no me dejaba ver. Me sentí subitamente en desventaja, si levantaba el edredon la rata podia saltarme y morderme o me podia morder en los pies sin que me diera cuenta. Preferí ir a ponerme los tennis. Fui y me sente en la esquina detras de la puerta para ponerme los tennis y entonces la vi de nuevo: Era una rata más grande, blanca con manchas cafes, no era la misma que vi primero. ¡Maldita sea, pense, cuantas ratas hay en esta pocilga! Me levante rapidamente, no sabia que hacer, ¿despertar a mi hermano? ¿A Walter? Entonces antes de que pudiera hacer algo salió una tercera rata cafe debajo de la otra cama, era una rata enorme del tamaño de un conejo y estaba caminando muy decidida hacia mi, sus ojos eran intimidadores, rojos y clavados en mi, su pequeña boca mostrando los dientes. Yo estaba quieto asustado, no sabía que me podía hacer una rata, ¿podra morderme? ¿tendra rabia? Maldita sea, no sabia que hacer, me estaba asustando. ¡Rogelio, Rogelio! comenze a susurrar, pero mi hermano estaba dormido, ¡ROGELIO! le grite pero el cabron no se movia, entonces cuando la rata estuvo cerca de mi pege un salto y corri para el baño y empeze a pegarle a la puerta lo más fuerte posible, la rata venía en camino! Se acercaba rapidamente y Walter no abría la puerta. Se acerco demasiado así que instintivamemnte le solte una fuerte patada como a un balon de futbol, la rata salio volando hasta el otro lado del cuarto. Seguí tocando y sólo escuche la voz de Walter decir: "Ahi voy".
Pero ya era demasiado tarde, más ratas comenzaron a salir debajo de la cama una se paso detras de mi por debajo del lavabo sin que pudiera darme cuenta y mordio mi pantalon, al sentir el mordisco sali corriendo hacia adelante y vi a un monton de ratas frente a mi, comence a tirar patadas como desesperado pero no se acababan. Corri hasta la puerta y vi a ratas pequeñas entrar por debajo de la puerta, no se como lo hacian pero entraban con toda facilidad, yo solo podía tirar patadas a las que se me acercaban pero algunas lograban darme mordiscos por detras, y por la puerta comenzaron a entrar ratas cada vez más grandes. ¡Nunca había visto algo asi! Eran unas ratas enormes y peludas, eran impresionantes.
En ese momento Walter abrió la puerta del baño y salió con cara de modorro tallandose los ojos. Yo al verlo no lo pense dos veces y corri y di brincos hasta el baño y al llegar hasta donde estaba él tan solo lo empuje de nuevo hacia dentro y cerre la puerta. Puse seguro, ¡como si las ratas pudieran abrir seguros! pero es que no sabía de lo que estas ratas eran capaces, y puse toallas en el hueco debajo de la puerta. ¿Qué te pasa? me pregunto Walter, ¿Qué estas haciendo? y yo me le quede viendo asustado sin saber exactamente que decir. "Es que, wey, ¡hay ratas! ¡hay un chingo de ratas ahi afuera!" "JAJAJAJAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA" respondió Walter con una carcajada tremenda, aun recuerdo sus carcajadas, eran de lo más infecciosas, aun ahorita mientras escribo esto me sacan una sonrisa y si no estuviera en el trabajo en este instante me reiria tan fuerte como recuerdo que el lo hacía. Pero en ese momento no me reí, no era humanamente posible para mi hacerlo, estaba aterrado. "Es en serio Walter, hay un chingo de ratas alla afuera y se estan metiendo por debajo de la puerta" El Walter como que no entendía lo que estaba pasando y como que seguía un poco paranoíco de la noche anterior. Me miro muy serio y dejo de reirse y me dijo: "¿Ya dormiste wey?". "¡Claro vato! Me acabo de despertar yo fui el que te toco a la puerta, apenas los iba a levantar cuando empezaron a salir las ratas por todos lados. Pinche hotel de mierda esta hasta la madre de ratas!" "¿No mames wey, es en serio?" "Si wey! no estoy jugando, y Rogelio todavia esta ahi afuera acostado, ni se ha dado cuenta, hay que despertarlo, a ver si no se le subieron ya las ratas."
Walter se puso los tennis y los dos agarramos toallas para tratar de golpear a las ratas que se acercaran. "Bueno hay que salir echo madre levantar a mi carnal e irnos, quien sabe como este alla afuera, porque las pinches ratas estaban entrando de afuera." le dije. "Bueno yo voy por el carro y tu levanta a tu carnal". No podia creer que mi carnal no hubiera hecho ni un solo ruido en todo este rato y estaba preocupado de que las ratas se lo estuvieran comiendo. Pero cuando salimos lo primero que vi fue que la puerta del cuarto estaba abierta y que mi carnal ya no estaba en la cama, al parecer al ver tanta rata se ha de haber asustado y salio corriendo. Walter no lo podia creer y salió pegando saltos, en uno de ellos medio se tropezó y aplastó a una rata con la rodilla, le salio sangre por todos lados y Walter se levantó inmediatamente y siguió dando patadas por todos lados.
Al salir del cuarto vimos a varia gente tirando las ratas por el balcon del pasillo, incluso una señora negra traía una escoba y las barria tumbandolas del segundo piso, nosotros hicimos lo mismo y desde el barandal vimos a mi hermano que estaba en la orilla de la alberca que estaba a medio llenar tirando las ratas hacia adentro. Bajamos corriendo y le gritamos y nos contestó: "¡TIRENLAS AL AGUA Y YA NO SE SALEN!". Me quede con Rogelio tirando las ratas al agua en lo que Walter fue por su carro. La alberca se estaba llenando de ratas, y estas trataban de por la orilla. Mi carnal y yo seguiamos tirando a un sin numero de ellas, no se acababan. Hasta que Walter pitó desde su Lumina blanco y Rogelio y yo fuimos corriendo hasta el, nos subimos y nos fuimos a la chingada de ahí, sin pagar y sin nuestras cosas.
2 comments:
me recordo un motel en el que trabaje dando mantenimiento
jojojo esta conmadre tu cuento ivan me gustó un chorro, y esque seguramente los del hotel no conocían a fumigaciones rangel.
los rats no tienen honor!!!! y las ratas tampoco
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