Wednesday, November 22, 2006

la vagina de dios

En el reino habia dos tipos de mujeres: la mujer abeja reina, gorda, rica, bella, (gordibuena se podria decir) y la mujer obrera flaca, pobre, palida, debil. La mujer abeja reina se dedicaba a dirigir todos los labores de las casa, sin ejecutarlos ella misma. Era la encargada de decirle a las sirvientas como debian de barrer, limpiar, coser, cocinar y ser. Y aunque ella en realidad no había ejecutado todas las labores para mantener la casa en un estado de perfección, cuando llegaban los hombres, esposos, hijos, hermanos, familiares, etc.. Todos felicitaban a la reina por su excelente capacidad de mantener todo en orden, con buen olor, cocinar rico, tender las camas, lavar ropa y hacer todas las labores con una cantidad inconmesurable de amor, porque para ellos todos esos cuidados y perfecciones eran la traducción del amor que su reina sentía por sus bellos súbditos.
Pero el trabajo de más importante de la reina no se resumía en simplemente organizar la casa, cada nueve meses cuando era temporada de crianza la llevaban a su colmena. En ella la obesa reina tenía que subir por unas escaleras gigantescas hasta el punto más alto de su cola de huevecillos. Una vez montada en la estructura metalica la reina era sujetada por cordones y arneses especiales, se le ponia un dispositivo metalico especial en su entre pierna y desnuda se le levantaba por los aires. En este espectaculo, que sólo unos cuantos de los más fieles podían observar al año, la reina flotaba por el cuarto desnuda con sus extremidades abiertas e irradiaba un gran calor y un olor a vagina tan fuerte que todos los hombre quedaban rendidos a sus pies. Era tal la potencia de las feromonas hemitidas por las glandulas de su vagina que el hedor impregnaba el cuarto por meses y todo el que entrara inmediatamente se sentía invadido por un efecto de extasis y orgasmos. Los presentes debían desnudarse en este momento y meter sus penes dentro de la colmena viscosa y calida de la reina. Al hacer esto la excitacion creada por todos los jugos vaginales concentrados por años de la reyna en esta colmena, junto con el efecto por exposicion de varios minutos al fuerte olor de la vagina de la reina hacia que los jovenes sementales soltaran toda el esperma que habian contenido las ultimos nueve meses en los que por decreto divino habían sido privados de toda actividad sexual para conservar su semilla.
Una vez fecundada la colmena la reina flotante era introducida a esta por una gran grua de titanio con las piernas abiertas por delante. Dentro de la colmena un tubo membranoso y vibrante se introducia por su vagina hasta el utero, una vez ahi dentro tenía la misión de mantener a la reina en un estado de excitación permanente para que fecundara todos los ovulos posibles. Una vez comenzado este proceso los jovenes se retiraban y dejaban atras el cuarto inundado por olores de secreciones y gemidos constantes, así como un monton de palabrerías que decía la reina en este estado supremo de excitación. El cuarto permaneceria cerrado bajo la supervisión de los cientificos. Pero ni las paredes de concreto de 24 pulgadas podían contener los gritos y gemidos de placer de su majestad. Los jovenes pubertos solían irse a parar a la puerta en las noches cuando no había guardias vigilando. Se sacaban sus penes y comenzaban a masturbarse escuchando los gemidos de la reina, algunos se echaban al piso en un intento de percibir el olor vaginal. La mayoría de los jovenes escuchaban historias sobre el intoxicante olor que producian las glandulas vaginales de la reina y fantaseaban con algun dia ser elegidos como sementales para poder vivir la sensación de extasis que dicho olor producia. "Es la droga más potente" decían algunos, "Es el olor de mil orgasmos en el aire, y al entrar en tu cuerpo pone en alerta cada uno de tus nervios. Sientes cada sensación de placer que el cuerpo puede producir al mismo tiempo""Es como oler la vagina de dios" aseguraban otros. Y es que era tal la obsesion que esta sociedad sentía por la vagina de su reina que todos estaban completamente seguros que su dios debía ser una mujer, o al menos algun ser con una vagina impresionante. "Todos venimos de la gran vagina sagrada del señor" rezaba su biblia. "...y el olor de la vagina sagrada bajo a la tierra y fecundo a los arboles y a las bacterias, y fue tan potente su hedor que estas se reproducieron incesantemente por miles de millones de años hasta crear a todos los seres vivientes del planeta. La obra fue terminada justo cuando el olor de la vagina sagrada del señor dejo de percibirse en la tierra". Y ahora ellos estaban destinados a continuar con el mandato divino y seguir produciendo vaginas olorosas que continuaran poblando la tierra.
Por su parte la mujer obrera durante esta temporada de fecundación quedaba desprovista de su reina, que aunque mandona, era su unica protectora. Todos los hombres que no habían sido elegidos para fecundar a la reina entraban en un frenesí sexual impresionante, obsesionados en una sola cosa: cojer lo más posible antes de que regresara su majestad a imponer el orden. Las mujeres obreras que en tiempos de orden pasaban desapercibidas por los hombres del reino, se volvían la atracción principal y a ellas les encantaba esa atención. Comenzaban a vestirse provocativas para insitar a los hombres a follarlas con pasión, aunque había algunas cuantas que atemorizadas recurrian a los brazos de sus maridos para que las protegiera y las follara él solamente, la mayoría se sentían inundadas por el deseo de que sus vaginas atrajeran y recibieran tanta pasión como la de la reina. Sin lugar a dudas era la época más feliz del año, todo mundo relajaba su moral y eticas de trabajo y se dedicaban a emborracharse y hacer el amor a sus mujeres. Las mujeres a su vez dejaban encargados los trabajos domesticos a las niñas más jovenes, con el pretexto de que esa era la manera en que ellas debían aprender los deberes del hogar, para disfrutar de unas merecidas vacaciones sexuales.
Al cabo de los nueve meses de la temporada de fecundación comenzaban a nacer tantos niños en la sociedad que ya pocos podían saber quien era el padre de cada uno. Como el intercambio de parejas era tan bien visto los hombres y mujeres debían amar a todos los niños por igual por no poder determinar a ciencia cierta cuales de todos les pertenecian. Las mujeres sí tenían mayor conciencia de que niños eran suyos, pero como en este largo festín se producían tantos actos de amor entre los mismos sexos muchas de ellas terminaban sintiendo un grado de responsabilidad paterna con los hijos de sus propias amantes, así que terminaban intercambiandose a los hijos por temporadas. solían pelearse por los más bellos y fuertes, hasta que lograban reconciliarse haciendose el amor unas a otras.
En la colmena todo era muy diferente. La raza producida por los ovulos de la reina estaba destinada a ser los nuevos miembros de la aristocracia de la civilización. Aunque ellos tampoco tenían un padre definido eran asignados al cuidadado de las familias más brillantes y eruditas de toda la sociedad. La reina que para aquel momento contaba con unos senos enormes tenia que ser conectada diariamente a un aparato de ordeñación por el cual se le succionaba la leche que tendría que alimentar a sus nuevos críos. Tenía alrededor de 24 hijos por camada a los cuales se dedicaba a amamantar durante el primer mes de su vida. Una vez pasado este mes los cientificos habían copiado el codigo genetico de la leche de la reina y la reproducian en cantidades suficiente para crecer a los críos lo más regordetes posibles.
Antes de que la reina regresara a sus labores cotidianas todo sus súbditos regresaban de nuevo a sus ciclos de trabajo tratando de esconder el rezago que se había producido durante la ausencia de su excelencia. La reina siempre se mostraba feliz al ver los nuevos hijos de sus criadas y al ver en sus paseos reales como se habían multiplicado la cantidad de niños que corrian desnudos por los jardines del reino. Solía pensar: "Es tanto el amor que produce mi vagina que todo mi reino se rinde a su tentación." Y así de esta forma todo volvia a la normalidad, los aristocratas volvían a ignorar a las mujeres trabajadoras y les dedicaban tan solo miradillas coquetas cuando nadie los observaba. Y las nuevas generaciones de mujeres reinas se esparcian a nuevos pueblos que eran creados para alojar a la prole que se había producido con tanto producir. Y es así como todo el mundo se fue poblando.

4 comments:

3L_b4g0 said...

no puedo dejar de pensar en el tipo ese de los simpson, el vato vestido de abeja

jajajaja XD

Shido el relato, estas mas feliz ke de costumbre... enhorabuena

Saludos desde la locura

DD said...

al final de cuentas se trata de justificar esa fe y credibilidad del Dios en el que todos creemos.

Vivo muy en mi presente, la verdad a veces me siento sin edad, si no es porque hay gente que me hace la misma pregunta, no se por qué, no me acordaría de los años que tengo, asunto que finalmente tiene la menor importancia

be somebody baby said...

si tienen razon creo que podria cambiar el nombre de este cuento por "cibeles"

Anonymous said...

Igual y para concluir puedes meterle al cuento un tipo de armagedon. Asi como usaste unas citas de su biblia, para saber como se destruye, ya que toda creencia tiene comienzo y fin