no puedo evitar el sentirme deprimido, no puedo aprender a volver a valorar las cosas pequeñas. es como dice severiano, a veces pensamos que para volver a sentir tenemos que sentir un chingo y es porque olvidamos como apreciar las cosas pequeñas de la vida. no puedo dejar de mentirme y engañarme. no puedo dejar de pensar y no cambiar. en la vida la norma es no cambiar, no hacer lo que tu quieres. yo cambie el no hacer lo que yo quiera por sentir un chingo, pero me di cuenta de que sentir mucho no lleva al amor, a amar la vida o a amar lo que haces, y tal vez ese amor nos lleve a la verdad. es muy difícil cambiar cuando no sabes que es lo que quieres. estoy tratando de encontrar una respuesta a una pregunta mal planteada.
no sé, solo sé que no siento ganas de hacer las cosas como antes. cada día reina en mi una apatía. como esos judíos que se quedaron en el gueto para esperar morir en lugar de huir al bosque para vivir libres. solo que en la vida no hay hermanos Bielski, no hay Tuvia ni Sus, aquí tu eres tu propio lider, y yo sigo esperando por alguien que nunca llegará.