Pasamos todo el fin de semana acostados, viendo tele, viendo a los perros jugar, viendo a los perros destrozar cosas de la casa, viendo a los perros robarse los mamuts que me había regalado mi mamá.
también nosotros jugamos, nos hicimos cosquillas, nos molestamos y nos revolcamos.
Anoche Victoria se durmió recostada en mi brazo y así nos quedamos dormidos los dos. De repente me desperté asustado porque estaba soñando que un perro estaba gruñiendo muy fuerte afuera de nuestro cuarto. Pero me dí cuenta que había sido mi propio ronquido lo que había hecho ese sonido que confundí con el gruñido. Mi cuello estaba en una posición incomoda y mi brazo adormecido por el peso de la cabeza de Victoria. Tenia un poco de dolor en la garganta, Victoria se dio la vuelta y yo me volví a dormir.
Lo más que caminamos fue a una cuadra de la casa a comprar unas paletas. Y es raro porque uno piensa que de tanto descansar debería de sentirse muy bien el lunes... pero hoy me dolía la cabeza y me duelen las piernas al caminar.
aun así creo que pude haber pasado más días sin querer salir de casa...
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